Es de práctica habitual, o por lo menos yo practicaba, el no revisar los trajes recién entregados de la tintorería y meterlos en el armario para evitar que se arruguen.
Abro este post con ánimo de que no le suceda a nadie lo que me sucedió a mí, esto es lo que me pasó.
El pasado Febrero llevé el traje de mi boda a la tintorería Madrid-París. Es una tintorería de barrio de toda la vida, me pilla a 4 números de mi casa. Ya les había llevado otros trajes y siempre había estado satisfecho con el trabajo realizado hasta este último encargo.
Dejé el traje de mi boda completo, chaqueta, pantalón, chaleco y corbata. La idea era que estuviese inmaculado, para ponérmelo en otra ocasión especial como fue hace un mes la boda de mi hermano.
Lo recogí a la semana siguiente y cometí el error de no revisar que todo estuviera en orden. Tonto de mí, me fié de la profesionalidad y honradez de la tintorería Madrid-Paris (a la fin inexistente) y metí el traje en el armario sin sacarlo de su funda de plástico.
Pasaron los meses y llegó el día de la boda de mi hermano. Decidí probarme el traje por si necesitaba un arreglo. Cual fue mi sorpresa, cuando noté que el pantalón no me valía y tenía un tacto rugoso. Tanto se diferenciaba de la chaqueta que llegué a pensar que no era el mio y se habían equivocado. Con mi desesperación y disgusto me dirigí a la tintorería con la esperanza que me hubieran dado un pantalón por error y pudiera encontrar el mío.
Al llegar a la tintorería Madrid París de Hernani 16 me confirmaron mis temores. Era mi pantalón. Lo habían lavado con agua y estropeado. Por supuesto les dije que podía entender el error de lavar un pantalón de traje de ceremonia, poco profesional por su parte, pero lo que no entendía era la poca vergüenza de entregarme el pantalón a sabiendas que estaba estropeado.
Les pedí el dinero del pantalón, factura en mano. Tras varios días esperando la decisión del encargado la solución que me dieron fue que pusiera una reclamación.
La verdad es que me sentí muy indignado al respecto, independientemente del valor sentimental que tenía el traje para mí.
Por ello aconsejo a todos los lectores de este post que revisen siempre sus prendas cuando se las entregue su tintorería y especialmente si es una tintorería Madrid París.